ELABORA TU CERVEZA



Nos hemos dado cuenta de algo importantísimo, tenemos un  blog de cerveza, sacamos muchos artículos sobre innovaciones de cerveza, sobre su historia etc. pero aún no tenemos ningún apartado donde expliquemos cómo hacer la cerveza de la que tanto hablamos, inconcebible. Hoy abrimos esta nueva página, donde explicaremos cómo se hacen los diferentes tipos de esta antigua bebida.



Los pasos para tu cerveza casera


Comenzaremos explicando cómo son los pasos básicos para hacer cerveza casera, no un tipo concreto sino una forma general de hacerla.

Para elaborarla se utilizan cuatro ingredientes básicos: agua, cebada, lúpulo y levadura. En algunas ocasiones se puede cambiar cualquiera de los cuatro ingredientes en cantidad y porcentaje para dar diferentes sabores y texturas a la cerveza que queremos realizar. La cebada se usa principalmente malteada y algunas veces tostada, el lúpulo puede ser de diferentes cosas y luego está la levadura, que es un microorganismo que se alimenta de los azúcares de la mezcla y forma el dióxido de carbono y el alcohol.

Para elaborar cerveza son necesarios los siguientes pasos:



1-      Malteado del grano
      2-      Molido del grano
      3-      Filtrado del mosto
      4-      Lavado del mosto
      5-      Hervido del mosto
      6-      Enfriado del mosto
      7-      Fermentación del mosto
      8-     Madurado de la cerveza
      9-      Gasificado de la cerveza





Parecen muchos pasos y muy complicados, pero en realidad son todos muy sencillos y fáciles de llevar a cabo. Aunque si te parece muy difícil o eres un poco vaguillo siempre puedes comprar los “pasos” o ingredientes ya elaborados, aunque siempre es más reconfortante y te sentirás más realizado si lo haces tu mismo desde el principio.

Intentemos demostrar que sí es fácil y no es todo un cuento chino, empecemos el proceso:

I.          Primero debemos coger el grano de cebada y maltearlo para, después secarlo e incluso tostarlo. Después de este proceso tendremos que moler el grano, pero con mucho cuidado de no hacerlo harina, tenemos que conseguir que el interior del grano entre en contacto con el agua.

 II.     Con este grano molido y el agua caliente llevaremos a cabo la maceración. Este punto es muy importante puesto que es donde se define realmente la cerveza, su color, su sabor y su olor, vamos, el estilo de cerveza que va a ser.

 III.     Tras el paso anterior tendremos que filtrar el mosto resultante, usando como tamiz el propio grano, hasta que quede un líquido transparente.

 IV.      Ahora deberemos lavar bien el grano con agua bien limpia para sacar todo el azúcar residual. Al acabar de limpiar la maceración se podrá realizar calentando el agua en una olla en tu propia cocina, controlaremos la temperatura con un termómetro.

Tenemos que medir ahora la densidad de nuestro mosto, tiene que ser de unos 1,030 y si es mayor sólo tendremos que añadir más agua de la que hemos usado anteriormente hasta llegar a esta densidad.

V.       En este nuevo paso tenemos que quitar bien todo el grano, TODO, para poder comenzar a hervir nuestro mosto ya limpio. El líquido tiene que hervir muy fuerte durante una hora u hora y media durante la cual iremos añadiendo el lúpulo en 2, 3 o 4 porciones, dependiendo del estilo de cerveza que quiera hacerse.

Una vez hervido tenemos que darle vueltas al mosto muy fuerte y dejar que se pare sólo, cuando esto ocurra veremos que los restos que sobraban han ido a parar al fondo y nuestra mezcla es ahora muy transparente.

 VI.     En el enfriado, que viene ahora, tenemos que tener mucho cuidado con que todos los instrumentos que toquen la cerveza estén bien esterilizados puesto que cualquier microorganismo, además de las levaduras, podría reproducirse y estropearnos nuestra mezcla.

Para enfriar muy rápido nuestra cerveza sin que entre en contacto con nada cerramos nuestra olla y la introducimos hasta media altura en un recipiente mayor con agua y hielos. Después y con mucho cuidado introduciremos nuestra cerveza en el fermentador.

VII.     Medimos la temperatura y la densidad del mosto en el fermentador que debe ser de entre 10ºC y 20ºC dependiendo de la levadura y la densidad debe ser entre 1,040 y 1,050; esta densidad se llama densidad inicial.

La levadura la tenemos que preparar el día anterior como nos indicarán en las instrucciones del envase, para dejarla toda la noche “trabajando” y que al mezclarla con la cerveza esté muy activa.

El fermentador nunca debe cerrarse herméticamente puesto que así los gases no escaparían por ningún lado y podríamos encontrarnos la cocina llena de cerveza o pegarnos un buen susto pues esto es como juntar coca-cola y Mentos y cerrar la tapa de la botella. Para dejar salir el aire de dentro pero no dejar pasar el de fuera al interior debemos colocar un airlock, que se puede comprar y no es muy caro o se puede fabricar muy fácilmente con un globo pinchado o colocando un tubo que salga de nuestro recipiente y entre en un vaso con agua (en mi humilde opinión, mejor el segundo remedio).

El proceso de fermentado debe producirse durante una semana más o menos en un lugar fresco y oscuro de tu casa y, al finalizar, la cerveza debe tener una densidad de entre 1,005 y 1,020.

 VIII.     Si haces bien el paso anterior te quedará un envase con la cerveza “verde”, con mucho poso en la base y mucha espuma en la parte superior, por lo que deberás sacar el liquido intermedio con una manguerita y colándolo en otro recipiente como el anterior o en el mismo tras limpiarlo bien.

Volvemos a introducir el elixir en el fermentador (¡vuleve a colocar el airlock!) y lo dejamos otra semanita más pero esta vez en el frigorífico a una temperatura entre 0ºC y 10ºC.

IX.       El último paso es la gasificación. Meteremos en un vaso con agua hirviendo 7g. de azúcar por cada litro de cerveza obtenida y lo mezclaremos todo con lo del fermentador. Metemos todo en botellas, preferiblemente de color ámbar y con tapón a rosca y lo dejas reposar durante un mínimo de 15 días y preferiblemente 30 o 40 días.


Bueno, ha sido un poco largo, pero si seguimos las instrucciones ya tenemos nuestra cerveza hecha, divino elixir, siempre que consigas que te salga claro, si no es así siempre puedes volver a empezar, o comprarla hecha que te sale mucho más rápido y seguro que bien.
Bueno, adiós, y si conseguimos una receta de alguna cerveza especial pues… ¡¡ya la pondremos!!

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